viernes, 25 de febrero de 2011

The Real Milanga III


El pibe jodía y jodía saltando de acá para allá en medio del corso. Mamá iba caminando por la vereda siguiendo la marcha de la comparsa y mirando atenta las cabriolas del pequeño Héctor.

- ¡Mire Mamá, mire! – gritaba el niño bailando al lado de unos de los carros que formaba la columna de festejos.

Y Mamá miraba y lo veía tan contento, tan suelto y natural… No como siempre. Tito era un muchachito taciturno, le costaba mucho hacer amigos. Ahí estaba el querubín silencioso y peinado a la gomina que se la pasaba leyendo, ahora hecho un zaparrastroso, barro hasta las rodillas flacas y chuecas, empapado de transpiración. Parecía mentira que sea el mismo, daba tanto gusto verlo así!

- ¡Mamá, mire!

- ¡Sí Tito, lo veo! Tenga cuidado, hijo! – dijo Mamá saludando con el brazo en alto y una sonrisa en los labios.

La comparsa multitudinaria no era nada improvisado. El corso es una vez al año y se armaban varios grupos en el pueblo que ensayaban con esmero y disciplina.

El pequeño Héctor bailaba y reía a la par de la comparsa imitando cada paso que la gente a su alrededor daba con gran precisión.

Todos caminaban y bailaban echando el cuerpo hacia delante y Tito igual y saludaba. Luego el paso era con el cuerpo hacia atrás y moviendo los hombros. Tito los seguía con el mismo movimiento al lado del carro. Después la comparsa toda se echó al piso y avanzaban gateando y cantando. Tito se esmeraba en seguirlos pero todos eran más grandes y altos que él y gateaban más rápido.

- Despacio, hijo despacio! No se apure, siga a su ritmo!

- No Mamá, no se puede hacer más lento!

- Sí hijo! Vaya tranquilo! – dijo Mamá saludando con el brazo

- Es que no se puede hacer más lento! NO SE PUEDE HACER MÁS LE…

Y el carro arrolló su brazo amputándoselo limpiamente.

Después se hizo ilusionista, mago… qué se yo…

6 objeciones:

Lic. Odiola Rutheena (pronúnciese "Rutina") dijo...[Reply to comment]

...Todo se ambientaba en los años cuarenta, donde la comparsa era el ritmo de liberación esperado todo el año por el humilde poblado.
Imagen desoladora el antebrazo del niño arrojado al costado del camino. Destino cumplido a rajatabla si pensamos que Hetito debía hacerse mago de profesión y no bailarín...
Como dicen las viejas, no hay mal que por bien no venga... (Justamente, acaba de ser contratado por Cirque du Soleil, fíjese).

Balconito dijo...[Reply to comment]

Y sí. Se dice que Héctor Renato no es manco... le sobra un brazo

A.C. dijo...[Reply to comment]

No entendí nada. Pero bueno... me dio lástima Tito.

Beso!

Jennifer Amapola Banfrula dijo...[Reply to comment]

es la historia del pequeño Scioli

Balconito dijo...[Reply to comment]

Mmm... prefiero votarlo a René Lavand

Lic. Odiola Rutheena (pronúnciese "Rutina") dijo...[Reply to comment]

Mmm... René Lavand... es usted un clásico.